La adquisición de YouTube por parte de Google ha sido sin duda la más comentada del pasado 2006, pero ha habido que esperar a este 2007 para que Google decidiera qué hacer con dos servicios que presentaban muchas, demasiadas similituds. La decisión de la compañía es que Google Video se convierta en un buscador de contenidos audiovisuales que en un futuro próximo podría reconocer no solo la información que se proporciona sobre el vídeo (título, etc), sino también lo que se dice en el vídeo. YouTube, por su parte, mantendría las funciones que tiene hasta el momento: una herramienta social que permite compartir vídeos. Google, como dueño del invento, se dedicará a compartir vídeos obteniendo una contraprestación económica por ello, y los vídeos publicitarios podrían integrarse con el tiempo dentro de AdSense, de tal forma que las páginas que los muestren obtengan una remuneración.
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