El programa AdSense de Google nació con la finalidad de dar sentido a la publicidad, y su éxito se basa fundamentalmente en el concepto de la publicidad contextual (es decir, que AdSense decide qué anuncios mostrar en nuestra página de acuerdo con su contenido, obteniendo anuncios relevantes para nuestros lectores). El mecanismo es muy sencillo: una empresa X quiere que sus anuncios aparezcan en páginas dedicadas al renacuajo salvaje de Mieres, y está dispuesta a pagar hasta 0'20 € por cada persona que llegue a su página a través de estos anuncios. Google buscará dentro de las afiliadas a AdSense páginas que hablen sobre el renacuajo salvaje de Mieres y mostrará los anuncios de la empresa X, y cada vez que una persona haga click en el anuncio dará un porcentaje de esos 20 céntimos al afiliado (los porcentajes varían en función de parámetros muy diversos).
Así las cosas, para empezar a ganar dinero con AdSense hacen falta fundamentalmente dos cosas: un sitio web (un blog es suficiente, aunque no todos aceptan la inclusión de publicidad) y visitas. La cantidad que se puede ingresar varía en función del porcentaje de visitas que hace click en los anuncios, que según algunos estudios oscilaría entre el 1 y el 3% (Google no permite hacer públicos estos datos, con lo que no hay ningún estudio realmente relevante al respecto). En Estados Unidos, Australia o el Reino Unido es posible vivir de las ganancias que proporciona AdSense; en España es algo más complicado, ya que hay menos anunciantes para páginas web en español y suelen pagar menos. Pese a todo AdSense puede ser un buen complemento para nuestros ingresos habituales, y quién sabe... Quizá mañana la inversión publicitaria on-line crezca lo suficiente...
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